Transitar por el centro de La Calera se ha transformado en toda una aventura que tiene con los nervios de punta a los habitantes de la comuna y a todos quienes osan llegar para realizar algún trámite o efectuar compras.

La ciudad que siempre ha sido considerada como un polo comercial está sufriendo transformaciones en céntricas arterias como Aldunate, J.J. Pérez, Carrera o Prat. No hay veredas, se acumulan escombros o hay operarios trabajando con maquinaria pesada, impidiendo el paso en transitadas esquinas o dificultando el atravesar de una calle a otra.

Todo esto es debido al mega proyecto denominado "Mejoramiento Gestión de Tránsito y Ciclovías" que se está ejecutando en la ciudad, y que con ambiciosas intenciones fue impulsado por la anterior administración municipal, y que se desarrolla gracias a recursos públicos aportados por carteras como Vivienda y Transportes. El propósito, desincentivar el uso del automóvil para acceder hasta el centro y promover el uso de la bicicleta.

COMERCIANTES

Pero las calles estrechas, las veredas destrozadas y los escombros por todos lados, hacen que sea una odisea ingresar a varios locales comerciales del centro.

Así los comerciantes han visto mermadas sus ventas. Como le pasa por ejemplo, a Yascin Chahuán en su negocio de calzado y telas en plena calle Prat.

"Aquí hay riesgo para la gente, que para llegar hasta acá debe pasar por entremedio de retroexcavadoras. Ni siquiera han sido capaces de poner un tablón para que la gente entre a este local y a otros", alega Chahuán.

El comerciante dice que "según el proyecto original que nos presentaron, las obras acá, que comenzaron el 4 de noviembre pasado en esta calle, debían concluir el 20 de diciembre. Ya estamos terminando febrero y siguen. Tuvimos bajas de 25% en las ventas, y en plena época de navidad".

Y es que mucha gente evita transitar por esa y otras calles. "La gente que viene de Nogales y de otros lados a comprar aquí, porque La Calera siempre ha sido una ciudad de servicios, ya no tiene dónde estacionar. Hicieron este proyecto, que no estamos en contra de él, pero sin consultarle a los habitantes de acá, a los que vivimos e invertimos en la ciudad".

SIN FISCALIZACIÓN

Jackeline Manzur cuenta que a su local de lencería "a las clientas les cuesta llegar, está toda la calle rota, muchas se han caído o se han doblado el pie por sortear las piedras y escombros. Una señora de El Melón se cayó y quedó con esguince de rodilla, y el otro día un caballero cayó a un hoyo que hay en la esquina y lo tuvieron que sacar entre cinco personas. Esto es lo peor que han hecho en Calera".

Alicia Godoy atiende una peluquería y coincide con muchos caleranos, en que falta fiscalización en estas obras, "¿por qué no fueron rompiendo una calle y después otra?. Tienen todo destruido el centro. Me he fijado que los operarios que hay, trabajan un rato, después paran y después trabajan otro rato en la tarde. Las herramientas las dejan botadas. Aquí llevamos dos meses sin vereda", cuenta mientras está sentada junto a una amiga ya que no tiene clientes que atender. Buscan otras peluquerías donde haya menos caos. J

Arturo Gatica, director de Tránsito de La Calera, recuerda que "el Serviu es el mandante en esta obra, y como son los dueños de las calles, han hecho prácticamente lo que han querido. Me siento bypaseado en este tema, han ido cambiando las condiciones, los diseños. Han tenido soberbia y falta de respeto con la comuna. Hacen excavaciones que quedan ahí y no las tapan. Deben terminar en marzo, según contrato, cosa que yo creo, no va a suceder".