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Amante del tren estima que nunca volverá a la zona
Mucho se ha hablado y prometido sobre el regreso del ferrocarril a la provincia, pero en la agrupación cultural Tren Quillota, prefieren no escuchar especulaciones y estudios de rentabilidad sobre el tema.
Creen que tiene más sentido dedicar sus afanes y actividades a "remecer la conciencia de los quillotanos sobre lo importante que es rescatar la memoria del rico patrimonio ferroviario que tenemos", sostiene Yamil Attoni, presidente de este colectivo.
Tren Quillota la componen unos 20 miembros, aunque a sus eventos como jornadas de trekking o charlas en colegios, se suman otros tantos, entre los cuales conviven viejos y jóvenes, "ya que los que fueron parte de la época dorada de los trenes, como jubilados de ferrocarriles por ejemplo, les traspasan a los demás sus vivencias y lo que significaba el tren en la vida da tanta gente", dice Attoni.
La nostalgia por los tiempos cuando se podía ir en tren desde Valparaíso a Santiago, hace que en la agrupación quillotana se junten con personas y grupos con intereses similares de La Calera, Ocoa, Quintero, Til Til, Llay Llay y Limache. "Justamente en Limache nos dieron el dato que el último automotor que pasó por ahí rumbo a Calera, lo hizo el 30 de abril de 1995", precisa Yamil Attoni.
¿REGRESO?
La vida que giraba en torno a las estaciones se perdió para siempre en San Pedro (que se quemó), mientras los recintos de Corvi y Quillota fueron desmantelados. De Limache al Puerto hay tren de pasajeros, "pero solo con paraderos", alega Yamil Attoni, refiriéndose a las estandarizadas paradas desde Peñablanca hacia la costa.
Sobre el mentado regreso del tren a Quillota y La Calera, que se transforma en un discurso rentable en voz de diversas autoridades, Yamil Attoni es escéptico.
El presidente de Tren Quillota argumenta: "Primero, las vías que existen están concesionadas por Fepasa, y para dejarlas disponibles en el día para los trenes de pasajeros, los de carga tendrían que pasar por la noche alterando la tranquilidad nocturna de algunos vecinos. Segundo, habría que hacer expropiaciones en algunos sectores para que las vías tengan por lado y lado un espacio suficiente que exige la seguridad ferroviaria, por ejemplo, para evitar daños a propiedades en caso de descarrilamiento; tercero, la electrificación de las vías es costoso".
Attoni refuerza su desconfianza apuntando que "en el túnel de San Pedro hay una sola vía (insuficiente para la frecuencia ida y vuelta requerida), y además, el costo de restablecer el tren a Quillota y Calera no lo podrá asumir Merval y debería requerir subsidio estatal". J
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un automotor de monumento
La última etapa en que el tren de pasajeros era medio de transporte para quillotanos, caleranos y crucinos, fue cuando los automotores campeaban por las vías y hasta instauraron la publicidad en los vagones. Con esa perspectiva, Yamil Attoni cuenta que la agrupación Tren Quillota partió hace tres años con la idea de rescatar uno de estos automotores, restaurarlo e instalarlo casi como un museo al aire libre a un costado del centro cultural en Quillota. "Para eso tenemos que conseguir una donación de Ferracarriles y que la empresa Wallmart nos ceda también un terreno al lado del supermercado Líder".