"Ronda de niños" es uno de los íconos de la plaza de armas de Quillota. De hecho, la escultura frecuentemente es fotografiada por vecinos de la comuna y visitantes, que admiran la particularidad de su figura, que representa el juego de un grupo de infantes.

Desde que fue levantada en la década de los ochenta, es difícil imaginar el lugar sin ella. No obstante, eso podría cambiar en un plazo no superior a las dos décadas, advierte el escultor local Ángel Araya, quien hace algunos días terminó la revisión anual que hará a la obra de arte tras el trabajo de recuperación que ejecutó para el Tricentenario de la comuna, el 2017.

A escombros

Según recalcó el artista, la afectación que tiene la madera con la que está elaborada, terminaría por reducir a escombros la célebre escultura.

La materialidad de la escultura corresponde a un chirimoyo, que es muy frágil, por lo que frecuentemente la obra presenta fisuras más abundante y de mayor extensión que las que habitualmente se producen en las maderas.

En la última intervención que hizo, selló las fisuras, pero éstas continuarán apareciendo también por estar sometido a la intemperie.

Araya explicó que el gran problema de las esculturas de madera es la acción de las termitas y los hongos. Ante este escenario, advierte que "inevitablemente van a desaparecer alguna vez. De hecho, ya tiene un deterioro importante. Si me preguntan, yo creo que en veinte años más no vamos a tener escultura".

A juicio del artista, una opción para preservar la obra de arte es replicarla. "Lo que propongo es hacer un rescate de ellas a través de sacar un molde de ambas esculturas ("Ronda de niños" y "Árbol caído"), y convertirlas en esculturas de hormigón. Ahí quedarían permanentemente, respetando la figura, el tamaño y todo", recomendó. J