El sofocante sol despliega sus rayos sobre los campos de la localidad de Chincolco, en la comuna de Petorca. Bajo éste, la severa escasez hídrica hace que cualquier intento por mantener a flote la actividad agrícola sea una tarea dura para quienes se caracterizan por su perseverancia.

En ese contexto, con terrenos amarillentos y polvorientos por doquier, la comunidad escolar del Liceo Cordillera se reveló contra este nefasto escenario y creó un prototipo de huerta hidropónica, que permite ahorrar hasta un 90% de agua para la producción de vegetales. La genialidad de esta idea ya cruzó las fronteras de la región y en diciembre próximo la iniciativa representará a Chile en la Conferencia Mundial sobre el Clima (COP24), que se efectuará en Katowice, Polonia, ya que el establecimiento pertenece al Pacto Mundial de Jóvenes por el Clima de las Naciones Unidas.

El primer acercamiento para ser parte de la agrupación, indica el director del liceo, Miguel Arrendondo, ocurrió el 2016 durante un seminario sobre sustentabilidad realizado en la Universidad Católica de Chile, en Santiago. En ese contexto, recuerda, el coordinador internacional del Pacto, Alfredo Pena-Vega, conoció la labor agropecuaria del establecimiento chincolcano y, tras meses de gestiones, éste fue incorporado a la instancia. "En el mes de marzo de 2017 nos unimos. Somos seis colegios del país, nosotros y uno de Rapa Nui somos los únicos de la región", detalla Arredondo.

Menos agua

El innovador proyecto "Hidroponia para todos" se gestó en el contexto del taller de sustentabilidad que se imparte en el establecimiento, y tiene como característica buscar soluciones para problemas del entorno ocasionadas a raíz de los efectos del cambio climático, con elementos que sean económicos y que estén a la mano de la mayoría de las personas. De esta forma, la estructura del prototipo fue fabricada por los propios alumnos y el docente a cargo, con materiales en desuso, ya que "buscamos la forma de que se pudiera replicar en todo el mundo", recalca el ingeniero agrónomo y docente del liceo Cordillera a cargo del proyecto integrado por 15 alumnos, Jorge Salinas.

La estructura del prototipo está constituida por el armazón de una mesa de ping pong en desuso, tuberías de PVC que fueron regaladas por parceleros de la localidad, la bomba de una lavadora y un balde plástico de 15 litros, que es el recipiente que contiene el agua con nutrientes. Además, en cada casillero donde serán instaladas las plantas, se incorporan esponjas recicladas desde las que las raíces de los vegetales absorben el líquido.

El mecanismo funciona al levantar el líquido hasta la parte superior (al tubo de mayor altura) y, por medio de la gravedad, éste se distribuye de tubo en tubo. Al llegar a la parte baja de la estructura, el agua retorna al estanque y una bomba la toma y se repite el proceso.

Hasta el momento, el equipo de trabajo ha probado con berros y lechugas. Próximamente, intentarán con verdolaga, considerada en otras latitudes como un súperalimento pero que "acá en Chile lamentablemente se considera una maleza y nadie le da la importancia que nosotros queremos empezar a darle", señala Salinas.

Con el prototipo de hidroponia se pueden reutilizar 15 litros de agua durante dos semanas, lo que permite ahorrar cerca de un 90% de agua. Además, tiene la ventaja que produce más en menos espacio, "Como es en altura, no ocupa metro lineal, por así decirlo, y la producción está en mucho menos tiempo. Una lechuga en tierra está a los tres meses o tres meses y medio, y acá está a los dos meses y medio", indica el ingeniero agrónomo.

de chincolco a polonia

La delegación chincolcana que viajará a Europa estará compuesta por el director del establecimiento, el docente encargado del proyecto y dos estudiantes de primer y tercero año medio: Sebastián Rojas (15) y Martina Castro (17). Precisamente estos dos alumnos serán los encargados de disertar frente a todas las delegaciones internacionales de 27 países, que participarán en la Conferencia, entre el 8 y el 13 de diciembre.

Para el adolescente, será la primera vez que viajará fuera de Chile, por lo que espera con ansias el momento de mostrar el trabajo realizado ante sus pares del mundo. "Me genera felicidad poder hacer algo frente al cambio climático, porque es algo que está sucediendo (...) especialmente ayudar por el tema del agua, que acá es muy escasa", señala entusiasmado.

En estos últimos días antes de viajar a tierra polaca, además de repasar cada detalle de su presentación, Sebastián y Martina, se preparan horas extras para perfeccionar su inglés junto a su docente de inglés del liceo. La labor en este establecimiento es mancomunada, porque saben que no solo representarán a su comuna, sino que también a todo un país. J