Aquel 30 de agosto de 2018 reinaba la felicidad en el Juzgado de Letras de Limache porque terminaba un largo proceso de 8 años donde los extrabajadores de la construcción del famoso "Búnker del fin de mundo" recibirían los dineros que se les adeudaban y la familia de Nicolás Silva, el trabajador de 22 años que falleció en medio de las obras y que dejó a una hijita en completo desamparo, recibirían la compensación.

Pero nada de eso ha pasado, se esperaba que entre 15 y 20 días hábiles todos recibieran lo que les correspondía, pero han transcurrido cuatro largos meses y no hay para cuando.

"Prácticamente al tiro, la persona que se adjudicó el remate depositó el dinero, los 510 millones de pesos y nosotros a partir de esa época hemos estado luchando fuertemente para que se nos giren cheques para los trabajadores y también para los familiares del trabajador que falleció en la obra", sostuvo el abogado Guillermo Kegevic, representante de los exempleados demandantes.

No ha lugar

Pero el camino ha sido pedregoso, aún no se ha cerrado el proceso y los dardos del abogado apuntan en una sola dirección: el Juzgado de Letras de Limache y su burocracia.

"Ha habido algunos incidentes que ha interpuesto el abogado de la señora norteamericana Nancy Mae Page, pero fundamentalmente yo creo que acá ha habido una gran desidia del tribunal, no puede ser que en cuatro meses esta gente no haya podido recibir su dinero, después de más de 8 años que hemos estado en los tribunales litigando, realmente lo encuentro atroz", dijo el abogado.

Prácticamente todos los días el estudio jurídico está recibiendo la inquietud de los trabajadores y familiares, pero ya no quedan respuestas que darles, "no puede ser que exista tanta, pero tanta burocracia en un tribunal de la república. La plata está depositada, entonces no entendemos. Es cierto, hay cantidades no discutidas, pero tanto la otra parte como nosotros hemos llegado a un acuerdo para que se giren cheques y el tribunal no suelta los dineros, me siento como un famoso personaje y exijo una explicación. Dos veces se han equivocado en las liquidaciones que hacen las unidades de cálculo, entonces, es absolutamente culpa del tribunal que los afectados nuevamente no pudieran pasar una buena navidad", sostuvo el abogado Kegevic.

Cierre de ciclo

Constanza Chávez era la pareja de Nicolás Silva quien perdió la vida el 21 de febrero de 2011 y desde entonces que lucha porque se haga justicia.

Si bien ella ha aprendido a vivir con el dolor, cada vez que vuelve el tema Búnker, retrocede en lo que han avanzado. Su pequeña hija no tiene recuerdos de su padre y los papás de Nicolás están especialmente sensibles en estas fechas.

"El tema se ha alargado mucho, el dinero está y no sé porque no han pagado. El abogado de la gringa ha puesto trabas al pedir reliquidaciones y eso nos afecta. Aquí todos necesitamos el dinero, todos tenemos necesidades, mi hija tiene gastos y la plata está ahí sin que se pueda ocupar. Estamos viviendo un proceso que no podemos cerrar, cada vez que se habla del tema nos daña como familia y retrocedemos en lo que hemos avanzado, mi hija ve lo que sufrimos nosotros, quisiera estar con su papá, especialmente en estas fechas y no tenemos nada", señaló.

Fue el año 2010 cuando un matrimonio estadounidense adquirió los terrenos en la parte alta de Olmué con la finalidad de construir un búnker que los salvara del fin del mundo que según la mitología sería el 21 de diciembre de 2012. La casa se construyó, pero hubo problemas de finanzas y los trabajadores quedaron sin sus cotizaciones previsionales al día, además e otras deudas, en tanto que uno de los trabajadores falleció en medio de las faenas.J

Desde el Juzgado de Letras de Limache se informó que el caso está terminado, el inmueble rematado y los fondos en la cuenta corriente del tribunal, pero lo que ha demorado el proceso, pese a que las partes beneficiadas acogieron lo resuelto, es que se defina el monto liquidado con intereses y luego de eso que se fije cuánto le corresponde a cada uno de los demandantes. Lo anterior por la cantidad de años que ha pasado desde que se inicio el proceso a lo que se suma una apelación pendiente que realizó uno de los trabajadores.