El pasado 23 de octubre de 2018, en el Juzgado de Garantía de Limache, C.A.U.M., de 62 años, fue formalizado por el delito de abuso sexual contra su nieto de 10 años. En la oportunidad, el hombre quedó en libertad, con las medidas cautelares de arraigo nacional, firma mensual y una orden de alejamiento contra el menor, mientras seguía la investigación.

Al año después, la Fiscalía constató que el niño, además de haber sido abusado, había sido violado por su abuelo. Por esto, se programó una reformalización, que tuvo lugar el viernes 4 de octubre de este año y el hombre nuevamente quedó con las mismas medidas cautelares, durante otros 60 días de investigación.

Graves denuncias

La abuela paterna del menor, quien actualmente tiene 12 años, contó a La Estrella que por todos estos antecedentes ya no esperan nada de la justicia, pero suplica que le crean al niño.

"Yo puse la primera denuncia en noviembre de 2017, cuando fui a buscar a mi nieto a la casa de sus abuelos maternos. Me correspondía la visita legal, porque mi hijo se separó de la mamá del niño cuando tenía 2 años, y con los días mi nieto me confesó que el abuelo había abusado de él. El abuelo se había metido en la ducha cuando se estaba bañando y con una máquina de afeitar le cortó una parte de su pene", relata con rabia.

Por este hecho, la abuela hizo una denuncia en Carabineros, que conllevó a un proceso judicial. "Se determinó que me quedara a cargo del niño y con el tiempo, él empezó a tener más confianza conmigo y me contó más cosas que le habían pasado. Que además de los abusos, su propia madre lo maltrataba y no le creía lo que le hacía el abuelo", manifiesta.

La abuela paterna agrega que decidió hacer público el caso, porque está siendo hostigada y desea vivir en paz con el menor.

"El violador continúa haciendo su vida normal, como si nada, y tiene cercanía con otra nieta. Es preocupante que una persona así esté libre. Ya no sabemos qué va a pasar en el siguiente juicio, pero lo único que pido es que le crean a mi nieto, porque está comprobada la violación, hay dibujos que él ha hecho de los abusos... él no está mintiendo, por favor, créanle", clamó.J

Una mujer de 48 años, identificada como Jeanette González Astudillo, murió en la calle Andrea del Verrocchio, en el sector de Antumapu, Quillota. Según el relato de testigos, la vecina iba caminando en dirección hacia el pasaje Antumalen, cuando se empezó a sentir mal y se sentó en una banca para cobrar aliento.

"Nosotros estábamos trabajando en el segundo piso de la casa cuando la vimos desvanecida como a las 09.30 horas. Les dije (a sus compañeros) que la fuéramos a ver, que a lo mejor se había desmayado. Nos acercamos y ella estaba en el asiento, con la cabeza para atrás. Llevamos una botella con agua y le mojamos la boquita, pero la señora ya estaba como media malita", dijo Bernardino Órdenes, carpintero.

Intentaron ayudarla

En cuestión de minutos, varios vecinos del sector se acercaron para tratar de auxiliar a la mujer. "Estábamos en eso cuando vino una señora de la municipalidad con la que trabajamos como contratistas, y llamó a la ambulancia y a Carabineros. Se demoraron como una hora y cuarto aproximadamente en llegar, y cuando se bajaron (los paramédicos), apenas le revisaron el pulso. La señora se murió en la calle, ya no podían reanimarla, llegaron cuando había fallecido, parece que fue un alza de presión", dijo Órdenes.

Otros vecinos lamentaron el hecho, porque se sintieron impotentes de no poder hacer nada. "Fue desesperante verla tan mal y no saber qué hacer para que reaccionara. La ambulancia se demoró demasiado en llegar y se murió de un infarto", dijeron dos cercanas. El carpintero, por su parte, agregó que el cuerpo de la mujer estuvo hasta pasadas las 11.00 de la mañana en el lugar. "La taparon con un nylon naranjo hasta que llegó el Servicio Médico Legal y se la llevó", consignó. J

En pleno centro de La Calera, a escasos metros del Colegio Josefina Huici y a la vista de todo aquel que transitara por calle Teresa, un hombre de 66 años fue encontrado fallecido la tarde del martes.

Aunque terrible, este hecho no sale del común de las muertes de personas en la vía pública, pero la gran diferencia es que esta vez el occiso habría estado allí por cerca de 10 horas sin que nadie lo notara.

Este antecedente se desprende de información entregada a La Estrella desde la Brigada de Homicidios (BH) de la PDI Valparaíso, que concurrió hasta el lugar, donde se señala que al momento de ser encontrado, el sujeto tenía una data de muerte de 10 horas. Considerando esto, su deceso habría ocurrido cerca de las 10.00 de la mañana, por lo que estuvo fallecido allí toda la jornada, a todo sol.

Que nadie se haya acercado antes hasta el hombre tendría relación con que se trataba de una persona en situación de calle, con problemas de alcoholismo.

Al ser examinado, el cuerpo no presentaba lesiones atribuibles a terceras personas, por lo que en principio, indican desde la BH, su deceso sería producto de causas naturales.

Además de la BH, indicó el director de Seguridad Pública de La Calera, Patricio Reyes, en el lugar "se hizo presente nuestro programa municipal de Programa Calle, que son la ayuda de ellos se logró identificar a la persona y entregar los antecedentes a Carabineros y el Ministerio Público".

El hombre dormía en el albergue ubicado calle Alonso Zumaeta, pero la última vez que se le vio allí fue el pasado sábado 5 de octubre. J