En La Calera aún se ve lejano el día en que los comensales puedan compartir una mesa al calor de una parrilla o simplemente para tomarse un café con los amigos. La cuarentena aún se mantiene en la ciudad, a diferencia de Quillota que ya salió, o de La Cruz que saldrá este 28 de septiembre.

Por esta razón, los empresarios gastronómicos esperan y también se preparan para reabrir cuando la comuna pueda llegar a la llamada Fase 3 del plan Paso a Paso que estableció el Gobierno. Mientras, el delivery o el más sencillo sistema de comida para llevar es el que le ha permitido a los locales seguir subsistiendo en estos meses de pandemia.

Uno de los tradicionales establecimientos caleranos es La Central. Ubicada en la céntrica cuadra de Carrera entre Diego Lillo y Aldunate, ha sido por años una pasada obligada para quienes quieren servirse un helado, un pastel o un sándwich y compartir en familia o con amigos. Sin embargo, el COVID-19 obligó a cerrar las puertas de este local durante marzo y abril.

"Nos vimos en la disyuntiva de cerrar y de aplicar la ley de protección del empleo para muchos de nuestros trabajadores, ya que teníamos cerca de 80 empleados, ahora solo estamos funcionando con 22", lamenta Ángel Sánchez, el jefe de local.

Cuando decidieron reabrir, fue solo para trabajar con la modalidad de retiro en el local, debiendo clausurar por ahora sus clásicas mesas estilo fuente de soda. "Es que La Central, más que una empresa, es una verdadera tradición en La Calera; son muchos los que vienen aquí desde que los traían sus papás de chicos", resalta Sánchez.

Pero miran el futuro cercano con confianza ya que, como comenta el jefe de local, "está llegando la época de los helados, que son nuestro producto tradicional. Pero hemos potenciado la gastronomía, ya que ofrecemos muchos platos para llevar. Es que aprovecharemos el comedor que era del restorán Lo Nuestro (contiguo y del mismo dueño), que ya no funcionará más, para ampliar el espacio de La Central y así cumplir con el distanciamiento de las mesas".

Espera el fútbol

También ansía las bondades del desconfinamiento Rubén Figueroa, dueño del hotel y restorán Oasis ubicado en calle Caupolicán, quien ya no puede recibir pasajeros en sus habitaciones. Mientras, solo está operando con la reconocida cocina del local para ofrecer platos para llevar.

"Pero en Calera la gente no se acostumbra mucho a este sistema, no le gusta porque es más tradicional en ese aspecto. Por este motivo, pese a que ofrecemos buenos platos de carnes y pescados, las ventas en estos meses han bajado más de un 70 por ciento. Nuestra especialidad, que eran las cazuelas y parrilladas, ya no las hacemos, porque es más difícil que la gente las lleve, así que hemos limitado la carta", describe Figueroa.

Una de las características del Oasis era que muchos aficionados al fútbol preferían el local para ver los partidos en las pantallas de los distintos salones. Esa era la motivación de varios para asistir con amigos a disfrutar del fútbol con una buena cerveza.

"Estamos de acuerdo con las medidas sanitarias que se han tomado, pero no pensamos que iba a ser para tan largo, ha afectado mucho la parte comercial en la ciudad", concluye Rubén Figueroa, quien tiene un panel con réplicas en miniatura de todas las Copas Libertadores que se han jugado, con la respectiva insignia de cada club que la ha ganado. "Espero que Unión Calera gane una", dice quien ha seguido al equipo por todas partes con su familia, afición que también está suspendida hasta nuevo aviso. J

La plaza Los Tilos es un tradicional paseo en el sector de Pueblo Nuevo en Artificio. Se trata de un lugar icónico ya que las cinco espigadas y centenarias palmeras que le dan su sello característico son mudos testigos de una historia que habla de un lugar de esparcimiento que fue diseñado en el siglo antepasado por los hacendados que eran dueños de la Maltería, fábrica de destilados que quedaba en el otro lado del distrito calerano.

Hoy se trata de un barrio donde residen familias que llevan mucho tiempo viviendo allí y en las cuales dominan los adultos mayores. Por eso la intención de restaurar esta antigua plaza rondaba en muchos vecinos.

Buscando concretar ese anhelo, la dirigenta vecinal del sector, Marisol González, dice que "hace como cinco años que veníamos solicitando que esta plaza fuera arreglada. En anteriores administraciones municipales solo habían podado las palmeras, que llevan más de cien años plantadas aquí. Pero ahora, en el mandato de la actual alcaldesa, por fin fueron aprobados los recursos, que son 55 millones de pesos, gracias a fondos FRIL, para renovar totalmente la plaza".

La presidenta de la junta de vecinos del sector agrega que trataban de mantener el lugar en buenas condiciones, "pero necesitábamos que fuera refaccionada, porque queremos que sea un lugar de esparcimiento para los niños y los adultos mayores sobretodo. Necesitamos que este barrio siga siendo tranquilo para vivir, y esta plaza nueva ayudará a que así sea, y también aumentará la plusvalía de las casas".

APURAN OBRAS

Esta semana comenzó la ejecución de las obras a cargo de la empresa Green Clover y, según cuenta el encargado de la firma, Marcelo Godoy, "la idea es tener concluidos los trabajos luego de 80 días corridos (...) La nueva plaza tendrá mayormente cerámica en la superficie, el proyecto contempla la mantención de las palmeras y su realce, iluminación de con tecnología solar, acceso universales que sean inclusivos, nueva zona de juegos y un asiento curvo de 17 metros. También se pondrán áreas verdes en el contorno".

El profesional destacó que el proyecto de remodelación fue socializado antes entre los vecinos del sector, "quienes se han involucrado totalmente con lo que estamos haciendo acá".

Marisol González también comenta que la idea es que este proyecto tenga relación con otra locación. "Nosotros planteamos que los antiguos juegos que había en esta plaza, y que serán totalmente renovados, puedan ser reciclados para que sea trasladados y reubicados en la otra plaza, la que está frente al estadio". J