Se terminó la aventura de Unión La Calera en Copa Sudamericana. El equipo rojo al menos tuvo un digno adiós del torneo continental luego de traerse desde Brasil una derrota por la cuenta mínima ante un elenco histórico como lo es Cruzeiro, haciendo de estar forma imposible que los cementeros alcancen una de los primeros puestos de su grupo.

Una vieja máxima en el fútbol dicta que a los equipos brasileños hay que aguantarlos durante los primeros 15 o 20 minutos. Nada de eso ocurrió en la cancha del estadio Raimundo Sampaio del país de la samba, ya que apenas se jugaban siete minutos de encuentro cuando los locales ya festejaban.

Una gran jugada de William por el sector derecho acabó con un venenoso cetro que Matheus Pereira conectó con la zurda para dejar a contrapie al golero calerano Matías Ibáñez y así anotar la primera y a la postre única cifra de todo el compromiso.

La rápida apertura de la cuenta hacía presagiar que los de Belo Horizonte se darían un festín ante el equipo de Manuel Fernández, pero los rojos se las ingeniaron -más por ripios del rival que virtudes propias- para incomodar en más de una ocasión.

De hecho, a los 29', César Pérez la mandó por arriba del arco azul luego de un descalabro defensivo de los dueños de casa tras un saque de banda. Antes del primer tiempo, eso sí, Cruzeiro volvería a avisar con un testazo que dio en el travesaño.

poco peligro

La segunda etapa repitió a los intérpretes del primer lapso así como también la fórmula local. Los brasileños parecían cómodos con la ventaja mínima y apostaron a jugar con el nerviosismo calerano más que aprovechar sus propias virtudes.

En ese sentido, si bien los de Belo Horizonte contaron con varias chances de gol en el complemento, Ibáñez respondió cada vez que fue requerido. A ello se sumó además la impericia de los artilleros locales, quienes derechamente estaban peleados con el gol.

Así fueron pasando los minutos y el nerviosismo se cambió de banda. Unión La Calera, prácticamente sin nada que perder, se paró bien en la cancha y volvió a tener una oportunidad en los pies de Matías Cavalleri, quien al igual que hace unos días ante Universidad de Chile enganchó hacia dentro para perfilar su zurda, aunque esta vez su remate no encontró la red del equipo rival.

Los rojos subieron las líneas en busca de un milagro en el epílogo, pero su eliminación en Copa Sudamericana estaba sentenciada. Ahora la misión es mejorar en el torneo local, certamen en el que marchan en el último puesto. J