De manera generalizada, las adicciones continúan siendo un foco de estereotipos y estigmas por parte de la sociedad, problemática que se debe en gran parte a la inexistencia de políticas públicas eficientes que apunten a atacar el fenómeno del consumo de manera estructural, así como también, a la representación negativa que se realiza de las personas adictas en la cultura.

Sin embargo, existen ciertos tipos de adicción que, en comparación a otras, son particularmente desconocidas por la ciudadanía. Ese es el caso de la ludopatía, concepto que hace referencia a la adicción al juego y las apuestas. En el contexto de Chile, es tal la falta de consciencia respecto a la ludopatía, que su tratamiento ni siquiera está considerado en el sistema público de salud.

Michael Campos, psicólogo clínico de la University of California Los Angeles (UCLA) y especialista en este tipo de adicción, visitó el Club Naval de Viña del Mar el pasado miércoles 15 de mayo, donde realizó una charla magistral en la Agrupación de Jugadores en Terapia (AJUTER) tras la firma del acuerdo de colaboración entre UCLA y casinos Dreams.

La Estrella de Valparaíso tuvo la oportunidad de acceder a una entrevista exclusiva con el experto para conocer más acerca de la ludopatía.

¿Cómo se manifiesta la ludopatía?

La primera característica de la ludopatía es la pérdida del control, la cual genera una serie de otros problemas que generan daño, como la desestabilización de la familia; altos niveles de ansiedad, depresión y estrés; también la pérdida de trabajos, relaciones personales (…) Todas estas son señales que permiten diagnosticar la adicción a las apuestas. Al principio se puede notar una fijación hacia el juego y las apuestas, las personas hablan mucho sobre el tema, empiezan a prepararse y planificar el dinero que utilizarán en este tipo de actividades.

¿Existen personas con mayor riesgo de desarrollar la ludopatía?

Sí, lo que tendemos a ver es que son los hombres, particularmente hombres jóvenes, quienes mayoritariamente presentan esta adicción, así que el género es un factor importante. Sin embargo, en el caso de las mujeres existe una diferencia interesante, y es que, aunque tienden a apostar menos, desarrollan la adicción a un ritmo más rápido que los hombres. Por ejemplo, un hombre puede ser una persona que juega por 10 o 15 años, y recién después de ese tiempo comienza a desarrollar una conducta peligrosa, mientras que una mujer puede desarrollar esa misma conducta en tan solo 5. Otro grupo vulnerable corresponde a personas que consumen sustancias como alcohol, cannabis y drogas en general. También quienes cuentan con un historial familiar de adicciones de cualquier tipo, y especialmente de ludopatía. Por último, personas consideradas con habilidades para el juego o las apuestas.

A propósito del auge de las RRSS, ¿qué riesgos implica la existencia de plataformas online para jugar y apostar, por ejemplo?

En primer lugar, el número de personas expuestas a actividades de apuestas va en aumento, lo que, considerando los factores de riesgo, significa un gran problema, porque ahora el acceso es mucho más fácil. Gracias a esto, el desarrollo de conductas problemáticas de juego va progresando mucho más rápido. Un tercer factor es que niños y adolescentes, que no poseen la edad legal para apostar, ahora están expuestos a este tipo de actividades. Y, por último, la naturaleza de las apuestas online se caracteriza por una gratificación inmediata, implica una mayor amenaza.

¿Cómo se puede prevenir la ludopatía? ¿A qué señales hay que estar atento?

Uno de los aspectos importantes de la adicción al juego, es el impacto que tiene en la familia, por lo que, a través del fortalecimiento de las relaciones personales, se pueden prevenir conductas problemáticas. También es importante promover instancias educativas y de recreación tanto para los niños como para las personas en general. Ese es un aspecto, pero también está la educación en torno a los riesgos de la ludopatía, la regulación legal de la edad mínima para acceder a los juegos y apuestas. Esto es importante, ya que mientras más tarde una persona empiece a jugar, menores son las probabilidades de desarrollar conductas adictivas.

¿Considera que existen estigmas en torno a este tipo de adicción en comparación a otras?

Solo recientemente la ludopatía fue incluida en la categoría de otros trastornos de adicción, en el pasado estaba considerada en la categoría de trastornos impulsivos. En este sentido, hay evidencia que vincula la existencia de procesos adictivos en el cerebro con la adicción al juego, lo que justifica esta nueva categorización. Creo que esto es importante porque cuando podemos brindar educación a la gente sobre el impacto que la adicción tiene en el cerebro, podemos ayudarlas a comprender por qué las personas que experimentan adicción se comportan de la manera en que lo hacen. Por otro lado, en términos de estigma, muchas veces la ludopatía puede verse como una cuestión moral o un defecto de carácter, lo que influye en que no sea tomada tan en serio como otros tipos de adicción. J