Tecnologías del futuro, imposibles de producir, alejadas de la realidad local. Palabras que se pueden escuchar cuando hablamos de Robótica, en parte gracias a la ciencia ficción, pero existe un colegio en la provincia de Quillota, que no solo ahonda fuertemente en esta materia, si no que marca el paso en lo que refiere a la programación, construcción y recientemente diseño y producción de robots.

Se trata del Colegio Marista Diego Echeverría de Quillota, que se ha posicionado como uno de los principales ejemplos de la robótica, no solo a nivel regional, sino que también a nivel nacional y todo en algo más de un año..

Pero el título de "los mejores", se justifica y apoya en varios argumentos.Las claves son entregadas por los profesores a cargo del equipo de robotica, Emannuel Zúñiga y Marco Leyton, de electrónica junto a Juan González, de mecánica. Y es precisamente este, uno de los rasgos que partieron destacando los educadores, la formación de un grupo múltidisciplinario. Ya que no solo se conforma de esta manera en aquellos que guían e imparten, sino que también en los alumnos. Son diez estudiantes, provenientes de ambas disciplinas y de los cursos tercero y cuarto medio, quienes terminan de dar base al argumento. Pues con sus múltiples conocimientos adquiridos, no solo han podido construir aquellos robots que venían predeterminados en su estructura,sino que también han programado, reformado y ahora último, hasta construido con diseños propios.

"A veces se tiende a decir que al que le gusta la programación o matemáticas, como que se orienta para acá, pero creo que va mucho más allá de eso. Tratamos de complementar y que no se piense que la robótica está pensada para electrónicos, sino que hacerlo interdisciplinario, transversal. De hecho este taller es abierto para todos", comentó el profesor Emannuel Zúñiga.

Y es justamente aquella, otra clave del buen funcionamiento, la no obligatoriedad. Tal como afirma el docente, el equipo funciona como un taller, donde se pueden unir todos aquellos que les interese el tema, lo que termina generando una adherencia, priorización del mismo por parte de los alumnos y disciplina en la asistencia a las clases, junto a los mismos entrenamientos.

"Lo principal, es el tiempo que le dedicamos. Porque nosotros nos quedamos en horas extraprogramáticas, en donde nosotros trabajamos solo en robótica, y cuando tenemos una competencia, nos preparamos con anticipación, lo que creo es algo importante en que nos haya ido bien", declaró Ozmán Morales, estudiante que forma parte del taller. En tanto, Matías Olivares, también alumno, complementó asegurando que "por mi parte, he priorizado robótica, antes que otras cosas. Por ejemplo, pertenecía a preuniversitario marista, y por horarios que topaban decidí enfocarme más en las competencias".

La forma de competir se explica en una liga nacional con siete fechas, en variadas sedes. Allí, compiten colegios y liceos de todas partes del país, de Arica hasta Tierra del Fuego, donde a través de tres desafíos diferentes, los estudiantes no solo deben demostrar que su robot es funcional a la pista que deben recorrer, sino que también, que ellos como "técnicos" de la máquina, la saben programar en poco tiempo, para enfrentar una prueba de tiempo. De esta forma, si van superando lo que se pide, acumulan puntos que los van posicionando en una tabla de la fecha. De resultar como los primeros, obtienen de inmediato su clasificación a la final nacional de la disciplina.

triunfadores dobles

No solo han ganado una fecha, sino que han logrado llevarse la victoria en dos ocasiones. La primera de ellas fue en La Serena, el pasado 24 de agosto. Y la última fue hace menos de una semana en Puerto Montt, el sábado 28 de septiembre donde en ambas, pudieron ganarse impresoras 3D, las que les fueron entregadas como premios y que en la actualidad ocupan para diseñar sus propios modelos de robots.

Estos triunfos no solo los posicionan como los mejores del país en la disciplina, sino que también les entregan el pase directo a la final, a desarrollarse en Santiago el próximo 6 de diciembre en la capital, donde de ganar, deberán viajar tanto a México como Colombia, para representar al país en aquellos torneos internacionales, situación que motiva aún más a los estudiantes. J